Massiel Feliz Batista
Santo Domingo
“Esto es poco para las que hay
en los alrededores de este barrio”, así se expresa la señora Margarita Díaz al
referirse a un basurero ubicado en la calle Licey esquina Francisco Henríquez y
Carvajal, en el sector Villa Francisca de esta capital.
Según explica Díaz, las
personas depositan sus desperdicios allí, con el propósito de que el personal
del Ayuntamiento del Distrito Nacional pase a recogerlos todas las mañanas, algo
que no ocurre ya que el camión tarda hasta cuatro días en pasar por el lugar.
En este pequeño vertedero se puede observar la presencia de aves, animales muertos y percibir malos olores, los cuales generan un sin número de enfermedades y provocan efectos dañinos tanto al medio ambiente como a la salud de las personas que habitan en zona.
Los moradores de este sector se encuentran “al grito” con la cantidad de basura que se observan en las diferentes calles y temen que se genere un brote de enfermedades.
Estas personas aseguran que la
causa principal de este mal que afecta su localidad, se debe a la deficiencia
en la recolección de la basura por parte del ayuntamiento, por lo que en
ocasiones deciden quemarla.
En las calles Juana Saltitopa,
Las Caracas y en la avenida José Martí, pertenecientes al sector, también se
observan pequeñas aglomeraciones de desechos sólidos que demuestran el foco de
contaminación ambiental que habita en la zona.
Recientemente, expertos en
salud ambiental y cardiólogos de la Universidad de California del Sur, Estados
Unidos, demostraron que la contaminación ambiental afecta la salud cardiovascular.
Se comprobó que existe una
relación directa entre el aumento de las partículas contaminantes del aire de
la ciudad y el engrosamiento de la pared interna de las arterias (la
"íntima media"), que es un indicador comprobado de aterosclerosis.
El efecto persistente de la
contaminación del aire respirado, en un proceso silencioso de años, conduce
finalmente al desarrollo de afecciones cardiovasculares agudas, como el
infarto. Al inspirar partículas ambientales con un diámetro menor de 2,5
micrómetros, ingresan en las vías respiratorias más pequeñas y luego irritan
las paredes arteriales.
Si desea conocer más sobre el tema, vea este documental:
No hay comentarios:
Publicar un comentario